Recuento

Han pasado 12 meses, 52 semanas o 365 días más en mi tibio existir sobre la tierra.
Este año fue para mí muy diferente a lo que esperaba, aunque desde el principio intenté no plantearme grandes expectativas. Es mejor así, porque todo lo que llega te sorprende y no decepciona: no esperar nada es a veces recibirlo todo.

Esta vez me dí el permiso de conocer a nuevas personas, aunque a otras más las despedí; he dicho esperanzada varias veces 'hasta luego' y he dado más bienvenidas de las que esperaba. Todo se resume en un ir y venir sin término.

Conocí rincones perdidos, cielos nuevos y renovados, soñé lo que no debía y también hice lo que necesitaba. Me quedé corta en mi lista a realizar, pero ha sido un buen comienzo.

Me veo como una víctima darwiniana moderna, una esclava de la evolución diaria. Entonces, después de 365 mañanas diferentes, no soy la misma: lo noto en mis ideas y pensamientos transformados, en el olvido de mis dogmas y en mis nuevas fantasías.
Como mi ritual me lo pide, este año tampoco haré deseos; simplemente me dedicaré a disfrutar de esas doce uvas que se deslizarán suavemente por mi paladar mientras olvido las tristezas, recuerdo los momentos y pienso en servirme otra copa de champagne. Las doce campanadas no ensordecerán a mi conciencia. Sólo quiero que este nuevo lapso de tiempo suceda como está planeado, nada más.

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Y por último, un beso para todos aquellos que ocuparon un espacio en mi vida durante este año que termina, no los olvido.

Felices Fiestas

Quienes me conocen bien, lo saben: no me agrada la navidad. Mis razones tengo.

De hecho no caigo en el cliché de 'odio la navidad porque se ha convertido en un evento de consumismo', porque sería muy hípócrita de mi parte, si acepto que soy de las tantas a las que le encanta comprar. En muy pocas palabras, no me identifico con las fiestas, así de sencillo. No me molesta la navidad, sólo me es indiferente.

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Pero, es muy difícil ir en contra de la corriente en esta ocasión, así que me uno al maratón de comida y bebida que se arma.

A los que de vez en cuando se dan una vuelta para leer mis ideas inverosímiles, les deseo felices fiestas.

Enjoy...

Por que tú lo pediste

"Según Mariana,..."

Siempre que alguien me escucha empezar así una frase, termina pensando que estoy loca por hablar en tercera persona, o en su defecto, creyendo que hablo conmigo misma. Pero no.

Sucede que mi mejor amiga también se llama Mariana.

Es una de esas coincidencias extrañas, a la que por la cotidianidad ya le perdí la sorpresa; pero supongo que no es tan común encontrar a dos amigas con el mismo nombre.

Nos conocemos desde la primaria, hace poco más de 10 años (¡ya estamos viejas!) y en todo este tiempo no faltó alguna ocasión en que nos confundieran, aunque en realidad no nos parecemos tanto. Somos muy diferentes, pero en algún punto esencial, nos entendemos e identificamos.

Hemos crecido juntas, y es de las pocas personas con las que puedo, con la misma facilidad, abrir mi caja de Pandora o necear hasta ahogarnos de la risa. En pocas palabras, nos conocemos en todas nuestras facetas: tristes, felices, encabronadas, eufóricas, estresadas, indiferentes, alteradas, y un muy largo etcétera. Si alguien nos escuchara platicar, le sería muy difícil entendernos, porque estamos llenas de chistes locales, palabras clave, recuerdos compartidos y quien sabe que tanto más, que complica bastante contextualizarnos.

Estas son las amistades que duran: las que con el tiempo van evolucionando, cada cual en su forma y camino, como un par de líneas paralelas.

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PD. Amiga, sabes que tienes un lugar en mi negro y frío corazón de obsidiana...

El monólogo

Con respecto al post anterior y para quienes lo consideraron corto o sin chiste, aquí está el monólogo de la Agrado.
Más auténtica, imposible...

Agrado

El viernes, mientras mi pulgar cambiaba como endemoniado los canales de la TV, encontré por un momento mi parte preferida de Todo sobre mi Madre: una película que ví hace mucho, pero que es ahora cuando más la aprecio.

Bueno, la parte de la que habló es el monólogo del personaje La Agrado (porque toda la vida sólo ha pretendido hacerle la vida más agradable a los demás), una transexual que representa el toque cómico-realista de la historia.

Su frase final me mata:

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"Porque una es más auténtica, cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma"

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Desde los 12 o 13 (ahora que lo pienso, época clave en lo que llevo de vida), tengo una imagen bastante clara de lo que quiero ser. Tal vez los detalles han cambiado con el paso del tiempo, haciéndose cada vez más nítidos y específicos, pero en general la idea sigue siendo la misma.

Para llegar a ese punto, a veces avanzo, en otras retrocedo y hasta dudo. Definitivamente me falta mucho por recorrer. Pero el trayecto que llevo se va volviendo cada vez más interesante.

Sé que llegará el día en que mi autenticidad esté por los cielos. Y no sólo la mía, la de todos.

Millas de viajero

Viajar es un placer, que además, tiene la cualidad de regalarnos imágenes y recuerdos que pueden ser reproducidos al infinito en nuestra mente (sobre todo si se cuenta con la ayuda de una buena cámara o video).

Esto es algo que me encanta hacer, y que tristemente logro llevar a cabo en muy pocas ocasiones.

Me gusta curiosiar, llegar a una ciudad desconocida y tener la oportunidad de deambular por las calles sin un plan en concreto. En sí, no me gusta tanto repetir destinos, aunque a veces se encuentran excepciones.

Muchos de los sitios que conozco me han regalado imágenes que atesoro y guardo en mis remembranzas oníricas:

• Un interminable mar de luces durante la noche (Cd. de México)
• La mezcla de mar, escarpadas, montañas y bosque en una sola carretera (Sn. Francisco)
• Una isla capaz de helar la sangre (Alcatraz)
• Las aguas turquesa con su murmullo que rompe en las arenas blancas (Playa del Carmen)
• Edificios hedonistas con luces de neón (Las Vegas)

Es bueno recordar que existen otros cielos, y que bajo cada uno de ellos hay momentos inesperados por descubrir. Espero pronto tener un destino nuevo esperando en la agenda.

Uno de fotos. STERN

Marilyn y yo tenemos algo en común: podían abreviarnos como M&M. No me pareceré a ella, pero algo es algo.

Siempre me he preguntado cómo alguien tan bella podía ser tan desdichada. Aún con todo, nunca he deseado ser como Miss Monroe: vivir ahogando la depresión en barbitúricos y champagne además de empobrecedor es demasiado triste.

Hay seres nostálgicos y atribulados, y creo que a veces eso es lo que los dota de un aire de misticismo difícil de explicar. Su tristeza se vuelve su atractivo.

Marilyn era hermosa, pero su dolor la hacía brillar. Tal vez su atractivo estaba en su aspecto endeble: fomentaba el espíritu protector nato en los hombres.

Estos son sólo pensamientos sin sentido que pasan por mi cabeza, así que no me hago responsable por su falta lógica.

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En 1962, Bert Stern captó estas imágenes para Vogue, a mi parecer llenas de una sensualidad inocentemente excitante.

El dato curioso: Stern es el reponsable de la portada de la película Lolita, de Stanley Kubrick.

Vanidad

Es de mis pecados favoritos, junto con la pereza... y otro más que no voy a decir.

Yo confieso haber pecado con esta adictiva actitud. No todos los días se puede uno mirar al espejo, pensar 'soy una diosa' y realmente serlo. Este fin de semana me he convencido de que sí me sucedió esa perfecta sincronía de pensamiento-hecho.

Asistí a una boda, y la utilicé como el momento perfecto para ser lo que siempre me he imaginado: la hija perdida de Jackie O., una pin-up glamurosa o simplemente la lectora fiel de esa maravillosa revista llamada Vogue.

Ya sé que en un post critiqué a las seguidoras ciegas de las revistas, pero hay una diferencia: yo no hablo pendejadas sin sentido. Bueno, a veces.

En mi vida cotidiana nunca paso del uniforme jeans-camiseta-chanclas... así que subirme en mis tacones de 10 cm., abrocharme ese hermoso vestido negro y delinear de rojo mis labios fue una experiencia extremadamente deseada.

Que importa lo que los demás piensen. De vez en cuando es necesario un momento de fantasía personal.

1.2.3.4

Supe de la existencia de Leslie Feist por una recomendación, y la verdad es que fue una excelente.
Esta canción me pone de un humor único. Es como una terapia cromática para días como hoy: nublados y frescos.

Collage

Hace meses le pedí al adorado amigo Fco. que me inmortalice en una de sus características SexyTipas (puro glamour y fashion) y a principio de semestre vi los bocetos de esta obra de arte. Ayer (me imagino que producto de la ociosidad y el fetiche por el Photoshop) creó una imagen que acumula muchas cosas: el boceto, Dita y un vestido muy parecido a uno que tengo.

Los que me conocen saben que me encanta Dita Von Teese (modelo erótica y artista de burlesque americana) porque tiene todo el semblante y glamour de antaño, de esa época de oro hollywoodense. A parte, porque me hace pensar que las pálidas también podemos vernos sexy. Si creyera en la reencarnación, al volver a la vida pediría sin duda ser alguien como ella: sensualmente oscura, con matices de perversión y elegencia.

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PD. Mr. Bernés, usted ya tiene 5 estrellitas en mi lista de navidad.

Capítulo VII

En estos días (más bien, desde mediados de agosto) estoy leyendo Rayuela, de Julio Cortázar. La verdad casi no he podido adelantarlo, en parte porque un mes estuvo perdido y porque le he estado dando preferencia a mi amigo Morfeo.
La historia es muy interesante, aunque a ratos algo complicada, sobre todo porque usa palabras que mi ignorancia no alcanza a conocer. Pero más que interesante, sus descripciones me parecen tanto naturales como inusualmente sensuales.
Según el día, soy la Maga: viendo todo con ojos ingenuos, u Oliveira: viendo a los mortales desde mi cumbre de pensadora inalcanzable. Es una ambivalencia muy extraña.
El caso es que, como a cualquiera que lo lea, me encantó el capítulo VII, así que aquí va un fragmento:

"...Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja..."

PD. Fco, intenté poner el photoshopeo 'Sin City Style' de mi boca... pero se ve azul!

Había una vez...

Hasta los 12 o 13 años odiaba leer, me daba asco y fobia tomar un libro y abrirlo.

Un día, mi padre usó el chantaje a mi favor: por cada página leída me daría $1.00. Como era de esperarse, quise empezar uno de 800 hojas (un total fracaso).

El primer libro que leí de manera voluntaria y conciente se llamaba 'Tan veloz como el deseo', de Laura Esquivel. Lo recuerdo como un libro entretenido, sin nada que cambiara mi percepción de las cosas; muy parecido a esas novelas de Corín Tellado que vienen detrás de Vanidades (perfectas para las horas de viaje en ADO). Pero a esa edad, estaba orgullosísima de haberlo terminado.

Después de eso, por vil farola comencé a leer, en sí, porque quería verme como alguien intelectual (total, ya tenía los lentes). Pero poco a poco me topaba con más y más libros e historias, que leía por pleno placer y curiosidad.

Tuve una época muy marcada: por ahí de los 15 (en parte por ver a Cetina leerlo), comencé con Paulo Coelho: he leído casi todos sus libros, a excepción de los últimos que ha publicado. Recuerdo que en ese entonces lo veía como el guía espiritual del siglo, el gurú del New Age. Y hoy me refiero a él como 'el escritor de superación personal más exitoso en el marketing de la nueva era'. Admito que algunos pasajes me siguen gustando, pero en conjunto, sus libros no dicen nada que no sepamos, sólo que lo condimenta con palabras más dulces y místicas en escenarios de ensueño.

Por ahora leo casi cualquier cosa que caiga en mis manos: desde Nietzche, hasta Anne Rice, pasando por Milán Kundera, Stephen King, Geoffrey Chaucer y todo el grupo latinoamericano.

Otro día tocaré de nuevo este tema, pero por el momento me retiro a leer un libro bastante viejo y maltratado para mi tarea de Vivienda.

PD. Y no, mi padre jamás me dio el dinero prometido.

Grisoso | Gris | Grisáseo

Así anda mi ánimo. Y para que luego no me pregunten, no es lo mismo a estar triste.
Ya llevo más de dos semanas, primero renegando contra el estrógeno de mi cuerpo; y ahora culpando al clima que sorprende con lluvia en el peor momento (mojando siempre mis zapatos cafés).

La verdad ninguno de esos dos es el culpable; aunque lo más probable es que sean los bajos niveles de serotonina, más bien es una maraña de razones a la que ya no le encuentro ni pies ni cabeza. Pienso, analizo, reflexiono y vuelvo a lo mismo: no hay una explicación contundente.

¿Porqué nací con la habilidad de vivir en la nostalgia? A veces es necesario ese estado de ánimo, porque cuando sales de él, observas todo más brillante. Es como salir de un cuarto oscuro a las 10 de la mañana.

Espero que esto ya se acabe, porque mi sustituto de la felicidad puede producir dulces estragos en la talla de mis jeans. Un chocolate amargo siempre me hace sonreír.

I'm feeling good...

Este comercial me gusta por 2 razones:
Primero, sus acciones cotidianas con un toque oscuro me fascinan; y lo mejor es que me permite escuchar la dulce y potente voz de Nina Simone cantando la canción que se ha convertido en mi himno de días lluviosos.
Enjoy.

'Road Rage'

Hoy el odio floreció en mí, específicamente cuando estaba detrás del volante. ¿Alguien me puede explicar como hay tanto desconsiderado manejando por las calles?

Empecé a conducir hace casi 2 años, y recuerdo que al principio iba toda temerosa, guardando como mandamientos los artículos del reglamento. Lo recuerdo y esa retrospectiva ya ni la reconozco.

El 'road rage' está en su apogeo, y eso que no vivo en el DF. Todos se meten, atraviesan, claxonean, aceleran, mentan la madre... demasiada furia en movimiento.

¿En qué maldito momento me convertí en una de esas? Juro que intento evitarlo pero no se puede; ya sea por los camioneros homicidas, los peatones suicidas o los motociclistas kamikazes termino más histérica de lo normal, y eso ya es mucho decir.

El mito urbano de que las mujeres manejan mal, tristemente es cierto... pero nadie dice que los más agresivos y con cero precaución son los hombres (especialmente los taxistas, aunque hay excepciones): a 130 Km/hr., rebasando como se les antoja, usurpando lugares de discapacitados, y curiosamente insultando a cuando coche se les atraviese.

En fin. Como siempre evitaré las calles atestadas, las horas pico y a los pendejos con licencia; pero añadiré un paso al ritual: todas las mañanas, antes de ponerme el cinturón de seguridad, le daré un sorbo a un tibio té verde.

Uno de fotos. DOISNEAU

Disfruto la fotografía. Si me preguntan, es un robo a la realidad y una muleta para la memoria. Un día de ociosidad me topé con este ladrón y me enamoré por completo, guardando la esperanza de que sus tomas sean un adelanto de lo que me depara el porvenir. Sí, ando nostálgica/romántica y culpo de ello al clima indeciso y gris, pero más que nada a esas hormonas que pululan por mi imaginativo cuerpo.

Le baiser de l'Opera

Les Amoureux

Le velo du Printemps

Le baiser de l´Hôtel de Ville

Laguna Beach, región 4

Ayer, después de estar buena parte de la mañana en la facultad, me dirigí según el plan acordado a comer con una amiga. Había un calor asfixiante (muy común por aquí) y un hambre bárbara. En fin... nos encontramos, fuímos a comer un delicioso sushi, platicamos por horas de horas, chachareamos por las tiendas. La verdad, una tarde extremadamente agradable. Incluso tuvo sus momentos de comedia involuntaria (como dice Mayaya: "el karma mordiendo como perro rabioso").
Bueno, y... ¿a qué viene todo esto? Mientras comíamos, nos vimos rodeadas por una especie extraña de fémina: ropa según la última tendencia de su biblia Cosmopolitan (les acomode o no) o en su uniforme de escuela católica con un 'twist' de Lolita; peinado largo, en capas y con flequillo; maxibolsas donde se puede esconder un cadáver; lentes que les tapan toda la cara, etc...
Pero no, no es una crítica de moda (acepto que incluso yo suelo disfrazarme así), aunque nos sorprendió la falta de identidad de estos entes: todas y cada una se veían iguales. Imposible reconocerlas. Lo que nos parece extremadamente negativo es el total vacío, superficialidad y estupidez de sus pláticas.
Son hijas de la generación MTV. No sólo lo han visto, sino que han adoptado por completo esa filosofía momentánea de la imagen. Suenan idéntico a 'Quiero mis XV's', 'Sweet 16', 'Laguna Beach'... y no siempre son de ese rango de edad.
Ok. Hay pubertas huecas, eso ya lo sabemos. Pero lo peor del asunto es que esas pubertas crecen. Adultos idiotas tenemos por montones. En fin, transcribir cualquiera de sus palabras ilógicas sería una pérdida de mi tiempo, así que terminaré estas líneas pensando en la manera de evitar la proliferación de este virus.

My First

Ok. Este es el primer post de mi primer blog.
Más esta no es mi primera bitácora. Desde que recuerdo tengo una adicción por anotar todo, absolutamente todo. Listas tengo millones: del súpermercado, de tareas, de amigos, de pendientes, de errores, de música, de libros, de sueños... de todo un poco.
Y aún con esto nunca había llevado un diario, aunque varias veces lo intenté sin mucho éxito, hasta hace apenas dos años. Un libreta cualquiera, bastante dañada y sin ningún tipo de seña particular se ha convertido sin darme cuenta en la fiel testigo de mis andanzas por esta cosa que todos llaman 'vida'. No seré constante, pero hago el intento.

Me gusta leerla de nuevo, y reírme de mí misma, recordar momentos, ideas y una que otra tristeza. Recordar es bueno, mejor maestro que uno mismo no se puede encontrar.
Pero desde hace algún tiempo, año y medio para ser exactos, paso más tiempo en la PC que en la realidad. La razón en simple: soy estudiante universitaria. Así que para simplificar el hábito (y terapia) de escribir mis observaciones del día a día, he decido cambiar el formato.
Espero que mi memoria no me falle y actualice seguido este blog. Si no, pasará a ser uno de tantos proyectos personales que acabaron en el olvido. O más bien que murieron en el proceso del 'making of'.
Así que... lets begin.