27.9.09

Una de fotos. ÁLVAREZ

Hacía bastante tiempo que no subía nada de fotos, y mi elección esta vez tiene una razón más bien práctica, ya que la semana pasada tuve que investigar un poco de un fotógrado mexicano ícono del siglo XX: Manuel Álvarez Bravo.
Se podría decir que su trabajo pasó por etapas muy diversas y evolucionó con los años; pero hay dos factores que son determinantes a lo largo de su vida: la apertura y amplia visión hacia las influencias de artistas y movimientos culturales extranjeros y su capacidad para nunca perder de vista la realidad mexicana.
Fotografías de la naturaleza, de la vida cotidiana, detalles arquitectónicos u objetos aislados, son parte fundamental de su trabajo a través de los años, siendo su visión clara y oportuna el medio para mostrar lo bizarro de lo cotidiano; deteniendo un instante, aislandolo y exagerandolo al mismo tiempo.
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Álvarez Bravo compartió con Cartier-Bresson el entusiasmo por la imaginería misteriosa; juntos colaboraron en la búsqueda de una simbología urbana y un lenguaje propio, creando escenas únicas y memorables; tal es el caso de la primera imagen, conocida como “La buena fama durmiendo”, producida por encargo de André Bretón, para formar parte de la gran exposición de surrealista de 1941.