31.12.08

Bonne Année

Simplemente...
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PD. Felicidades Francisco, bienvenido a la veintena.

29.12.08

El sueño del caracol

Hace una semana, Mayaya como siempre me envío el link a un cortometraje.
A pesar de que me recuerda a alguna cadena enviada por enésima vez a mi correo, me encantó.
La búsqueda de cuentos sombrios y lejanamente románticos es el tópico del día, así que recomiendo ver este trabajo en blanco y negro que bien vale sus 15 minutos.

25.12.08

More than words

¿Cuál es nuestra obsesión con las palabras?
El domingo de la semana pasada, como siempre, estaba leyendo PostSecret.com y vi un par que tomé como personales; y decían lo siguiente:
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"I wish that just for one day, every one say exactly what they wanted to say"
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"I wish for one day everyone would say exactly what someone else needed to hear"
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Me sorprende que simples sonidos concatenados tengan un efecto tan fuerte en nosotros, tanto reparador como hiriente dependiendo de la intención con la que fueron pronunciados. Con el paso del tiempo, vas creando una colección considerable de emociones relacionadas con palabras... siempre se tienen favoritas.
A razón de que heredé la capacidad de herir con lo que digo sin siquiera darme cuenta, como único propósito de año nuevo tendré el de reconciliar y poner en práctica esos dos deseos encontrados hace unos días: no quedarme callada en lo que pienso y deseo, y decirle más seguido a las personas que me rodean lo que de verdad necesitan escuchar.

24.12.08

Some e-card

Cuando tenía 4 años, mi madre me dijo que no existía Santa Claus porque le daba pena mentirme... lo peor del caso fue que le respondí con un seco y muy seguro "ya lo sabía".
No me gusta celebrar estas fiestas, no me identifico con nada y todo me parece una escenografía mal hecha: desde la nieve que tratan de emular en un sitio donde el termómetro no baja de los 15°, o las flores de noche buena marchitas por el mismo calor... ya ni hablar del árbol de navidad, porque me parece ridículo comprar árboles cuyo origen está a casi 4,000 km de distancia, meterlos a tu casa y atiborrarlo de luces que en 2 días ya ni prenden.
Es por estas sencillas y amargas razones que le dedico esta tarjeta a mis familiares y amigos:


Felices fiestas...