27.12.07

Recuento

Han pasado 12 meses, 52 semanas o 365 días más en mi tibio existir sobre la tierra.
Este año fue para mí muy diferente a lo que esperaba, aunque desde el principio intenté no plantearme grandes expectativas. Es mejor así, porque todo lo que llega te sorprende y no decepciona: no esperar nada es a veces recibirlo todo.
Esta vez me dí el permiso de conocer a nuevas personas, aunque a otras más las despedí; he dicho esperanzada varias veces 'hasta luego' y he dado más bienvenidas de las que esperaba. Todo se resume en un ir y venir sin término.
Conocí rincones perdidos, cielos nuevos y renovados, soñé lo que no debía y también hice lo que necesitaba. Me quedé corta en mi lista a realizar, pero ha sido un buen comienzo.
Me veo como una víctima darwiniana moderna, una esclava de la evolución diaria. Entonces, después de 365 mañanas diferentes, no soy la misma: lo noto en mis ideas y pensamientos transformados, en el olvido de mis dogmas y en mis nuevas fantasías.
Como mi ritual me lo pide, este año tampoco haré deseos; simplemente me dedicaré a disfrutar de esas doce uvas que se deslizarán suavemente por mi paladar mientras olvido las tristezas, recuerdo los momentos y pienso en servirme otra copa de champagne. Las doce campanadas no ensordecerán a mi conciencia. Sólo quiero que este nuevo lapso de tiempo suceda como está planeado, nada más.
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Y por último, un beso para todos aquellos que ocuparon un espacio en mi vida durante este año que termina, no los olvido.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Cómo estás Mariana?
Ya llevaba tiempo sin pasar por aquí o actualizar mi blog (que es lo que haré a continuación.
Te deseo Feliz Año, no sólo el día 1° de Enero, sino todo el 2008, y en cuanto a lo que dices acerca de dejar que las cosas lleguen y de tus nuevas expectativas, me pasa exactamente lo mismo.
Saludos y que disfrutes la fiesta, jeje.

Anónimo dijo...

año nuevo , vida nueva.... como k no.. seria mejor.. año nuevo, vida k continua mejor.!

saludos y un excelente 2008...